Luego de casi 400 años de tener al Estado Nación dirigiendo la sociedad (de peor o mejor manera), hoy nos encontramos con que en un tiempo
record los políticos que llevaban al Estado se cansaron de este, es como la
escusa del papa para renunciar. La cosa es que los políticos vendieron la
política, prefirieron darle el poder al mercado y hoy en día la jerarquía
cambió. Quizás justo el 21 de diciembre cuando todos pensamos que no pasó nada
y que los Mayas se habían equivocado, quizás ese fue el momento del fin del
mundo hasta donde nosotros lo conocíamos o pensábamos conocerlo. Bueno, en fin,
la rueda se dio vuelta y el mercado ahora es amo y señor/a del mundo.
Al parecer a este nuevo patrón le importan bien poco los
seres humanos, lo importante es pagar y si no tienes pasta para pagar…pues mala
suerte, es problema tuyo.
Así entonces quizás el foco del malestar está mal dirigido, no
es a los políticos a quienes debiéramos estar hostigando constantemente, claro
que se merecen unas palizas en la plaza pública por la estúpida decisión de vender
la política a los mercados, pero la guillotina bien puesta debería ser para el
mercado.
Si creyera en la violencia me parece que mi herramienta
favorita sería la guillotina en la plaza principal, por ahí tendrían
necesariamente que pasar todos los fundadores/creadores/pensadores del FMI y
del Banco Mundial, que por muy lógico que fuera el proceso de globalizar los
mercados nos cagaron con sus políticas pensadas para los dueños de los mercados
(otro día podemos mencionar sus aportes “fantásticos” a las economías
latinoamericanas), de ahí para adelante todo aquel que dejó de pensar en las
personas y en el bien común para enriquecerse… a la guillotina, lástima que a
los bancos no se les pueda cortar la cabeza….o sí?
Bueno, pero la violencia no es el camino. Finalmente no
podemos quemar y cortarle el cogote a todos los que andan por el mundo haciendo
estupideces, lo mejor y la forma para atentar contra ellos de manera más eficaz
es la desobediencia, es no necesitar al mercado. Este nuevo patrón no puede
vivir sin súbditos… me leen adónde voy?
Así podría empezar a describir un mundo utópico y de colores
donde todos queremos vivir, pero para poder ni siquiera pensar en esa nueva
realidad primero hay que cambiar esta, y como dice la canción “es un monstruo grande y pisa fuerte toda la pobre inocencia de la gente”… a la mierda la
inocencia… es ahora cuando hay que ocuparlo todo, decirlo todo, gritarlo todo,
quizás esta es LA oportunidad.
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